La distribución de las diferentes vacunas anti COVID-19, representan el mayor desafío logístico de la historia.
Con el reto de producir, distribuir y administrar suficientes dosis para vacunar a más de un tercio de la población mundial, los gobiernos y empresas de todo el mundo, se hallan ante una situación jamás vista, desde la investigación, envío, almacenamiento, congelación, comunicación y vacunación.
En el caso específico de nuestro país, de acuerdo a lo confirmado por la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (CONCAMIN) las empresas podrán participar en la cadena de suministro de las vacunas, únicamente desde la logística, ya que el gobierno es el único que puede comprarlas.
El mecanismo de distribución ya probado en el caso de vacunas requiere de un trabajo coordinado entre el gobierno y empresas. En él, se reciben las vacunas, se entregan al distribuidor y éste entrega a 8 o 10 puntos en todo el país y lo distribuye a las diferentes cadenas de farmacias. Sin embargo, de acuerdo a las condiciones actuales, este esquema presentará variantes que permitan la aplicación masiva y es en esa situación en la que la flexibilidad será necesaria para cumplir con la aplicación de las diferentes vacunas, de las cuales, el gobierno federal ha confirmado la adquisición de
34.4 millones de dosis Pfizer- BioNTech
35 millones de dosis CanSinoBio
77.4 millones de dosis de AstraZeneca
12 millones de Sputnik V
Como han mencionado expertos en diferentes foros en todo el mundo, será indispensable accionar de forma colectiva, innovadora y audaz por parte de gobiernos y empresas para hacer frente a los efectos de la pandemia y regresar lo antes posible a una nueva normalidad.
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